Ligar no es lo tuyo.
Lo intentas pero piensas que no es lo tuyo
y acabas enfadado contigo porque nunca consigues a la mujer que te gusta.
Estás cansado de que cada vez que una mujer te interesa,
no puedas ni acercarte a ella por pudor, vergüenza, timidez y, una vez más,
observas cómo pierdes una nueva ocasión de aproximarte a ella.
Te voy a poner tres situaciones y elige la que más te gusta.