Stephen Gilligan es uno de los estudiantes del grupo original que estudió con Bandler y Grinder en los inicios de la Programación Neurolingüística. Por mucho tiempo fue estudiante del legendario hipnoterapeuta Milton Erickson y de Gregory Bateson, Ha publicado varios artículos y libros en el área de la psicoterapia. como Brief Therapy, Therapeutic Conversations y The Legacy of Milton Erickson.
Stephen Gilligan nos ha mostrado que existen tres “energías arquetípicas” fundamentales y necesarias para completar con éxito procesos de cambio personales y profesionales:
- FUERZA (poder. determinación. fortaleza)
- TERNURA (delicadeza,compasión)
- HUMOR (capacidad de jugar, flexibilidad. creatividad. l.
Estas energías no las necesitamos aprender sino que nos vienen dadas. Todo niño las posee en su interior. Según como se hayan desarrollado en la infancia por la influencia de los patrones familiares recibidos estarán mas o menos equilibradas. Como adultos podemos aprender a tenerlas centradas y el valor para combinarlas.
Son como los colores primarios rojo, azul, amarillo. Estas energías se pueden expresar en forma positiva o negativa ,de forma integrada o desintegrada,de forma centrada o no centrada. Se pueden expresar de forma verbal o no verbal . Lo importante es reconocer que tanto en su forma integrada o desintegrada tienen posibilidades infinitas de expresarse.
Se necesita fortaleza para seguir comprometido y fijar límites.
La fortaleza sin las fuerzas equilibrantes de la compasión y el humor, puede transformarse en violencia y agresión.
Se necesita compasión para conectarse a los demás, para lograr la totalidad emocional y para dar y recibir eficazmente el apoyo necesario para crecer. La compasión y la suavidad sin la fuerza y el humor se convierten en debilidad y dependencia.
Se necesita humor para encontrar perspectivas nuevas, para ser creativo y flexible. Pero el humor sin la fortaleza y compasión pueden volverse cinismo y engaño superficial.
El desafío es mantener estas tres fuerzas en equilibrio desde el centro de nuestra personalidad al llevar a cabo algún proceso de cambio, como un nuevo empleo, ascenso, etc.
Cuando desistimos o cedemos nuestro centro de personalidad a cualquiera de estas energías, se desintegran y desarrollan su lado negativo. El coaching puede ayudar a aumentar el campo de posibilidades del uso de estas tres energías : fuerza, ternura y humor.